Este año la suerte no estuvo del lado de la organización, el martes durante el marcaje de la prueba, un gendarme francés perecía en un alud, este echo sumado al alto riesgo de avalancha marco el resto de la semana.
El viernes la organización recibía con malas noticias a los competidores y a los numerosos participantes del recorrido popular. La prueba se suspendía el sábado y el domingo se celebraba, pero con un recorte importante en el trazado. El Ministerio del Interior Frances había obligado a la organización a suspender la prueba el sábado, dado que este día serían los sepelios por el fallecido. Pienso que todos los participantes entendimos esta decisión. El sábado, populares y competidores, a las 9:30 de la mañana, nos reunimos para realizar el recorrido que se había marcado, se convirtió en un día festivo y como no, en un homenaje al gendarme, seguro que amante del esquí de montaña. El día era perfecto y el estado de la nieve era buenísimo para el esquí fuera de pista. El resto del día descansamos, al día siguiente comenzaba la batalla.
El domingo al recorrido competitivo le esperaban 1800 m de desnivel y al recorrido popular 1100 m. Aun habiendo bajado el riesgo de alud, no había permiso para superar los 2000 m de altitud, aún así, el recorrido fue de gran calidad, doble traza, incluso triple, en alguna sección del recorrido.
Sobre las 8:30 se dio el pistoletazo de salida, antes un minuto de silencio por la víctima. Por delante los de siempre, Kilian Jornet, Javier Martin, Manu..etc, es de destacar el buen papel realizado por las parejas vascas, Joseba Tobar y Joseba Ormazabal a escasos 5 minutos de los vencedores, gente que esta en copa del mundo.Para terminar dar la enhorabuena a la organización, hizo lo que pudo en las circunstancias dramáticas que se dieron, y salvaron un fin de semana que pintaban bastos el mismo viernes. Tanto populares como competidores regresamos a nuestras casas con buen sabor de boca.
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