miércoles, 28 de septiembre de 2011

De Roses a Vitoria o la Transpirenaica en bici.

Uffff!!! Que palizón!!!
La palabra Transpirenaica, en cualquiera de sus distintos recorridos posibles, suena de lo más atractivo. Otra cosa es cuando estas inmerso en uno de estas rutas, que no puedes más que pensar quien coño te manda a ti meterte en estos berenjenales.
Casi 1000 km de recorrido y más de 20.000 m de desnivel hacen que no sea precisamente esta ruta unas vacaciones en la playa. Esto unido a mi poco presupuesto y las fechas del recorrido, mes de septiembre, hizo que el recorrido se endureciese bastante más.
Como digo no tenía mucho presupuesto por lo que decidí llevármelo todo encima, mas ropa, era mes de septiembre en el Piri, material de cocina y acampada. Mi idea era tirar lo menos posible de alojamientos de pago, y de comidas de plato y mesa. Al final fueron 4 días de alojamiento pagando, gracias a que hizo muy buen tiempo. Y 3 días de plato y mesa, en un total de 15 días.
ROSES.
Por fin llegue a la costa gerundense, muuuchas horas de incómodos autobuses me dejaron en Roses al mediodía del 6 de septiembre. La bici llegó esa misma tarde por Seur. Montar la bici, equipaje y a la carretera.
Ya con las últimas luces, llegué a Llança. Decidí meterme en un hostal. No era buena idea dormir en la playa, muchos “animales” nocturnos merodean por las playas a esas horas, por lo que me pareció mejor idea pagar un poquito.
Al día siguiente comencé la transpirenaica en btt propiamente dicha. Basada en el libro de Jordi Laparra en su 3º edición. Su propuesta te lleva hasta Hondarribia en 16 etapas, con una media de 60 km diarios, más o menos. He de decir en este momento, que su propuesta no acaba de convencerme. En nombre de la religión del mountain bike, todo por pistas, a mi parecer se hace demasiados km de relleno para unir el punto A con el B. A parte de esto, me parece un recorrido increíble, y el trabajo que hay por detrás es de quitarse el sombrero.
Como decía, por fin comencé la ruta. El 1º día hasta Albayna. Cuando sobre las 4 de la tarde llegaba al final de la etapa, no pude más que reflexionar sobre lo que me esperaba los próximos días. Los días siguientes fueron aun peores, muy muy duros!!
Fueron pasando los días, y como suele ocurrir, el cuerpo y la mente entran en un estado de semi inconsciencia, ni siente ni padece. Una cuesta más!!! Pues dale!!!! Lo que sí sentía, fue el calor que hizo durante la ruta. Excepto los 3 últimos días, que llovió, el resto hizo un calor infernal. Un ejemplo- Una noche dormí tirado en un camino en el col de la Bena. A las 8 de la tarde a 1500 m de altitud había 29 grados centígrados.
Llegué a mitad de la ruta, más o menos Castejón de Sos. Aquí decidí tomarme un día de descanso. Llamada telefónica a mi amiga Arantxa de Benasque. -¿ Me adoptas un par de noches? ¿ Me bajas a buscar a Castejón? Amigos así no hay muchos. Dos días de descanso en Benasque, rodeado de amigos, me cargaron las pilas para el resto de la ruta. 2 días después Txemita me dejaba de nuevo en la ruta. Este día fue de los mejores de toda la ruta. Cañón de Añisclo, Sierra de las Cutas, hasta Sarvisé.
LLEGO LA LLUVIA.
Estaba haciendo demasiado buen tiempo durante toda la ruta. Ya había dos noche que me había mojado, en Sarvisé, que termine durmiendo debajo de un puente de la nacional y en Isin, donde terminé en un establo lleno de garrapatas.
La noche siguiente dormí en un hostal en Aisa. 50 eurazos que echaban por tierra mi presupuesto. Eso sí, estuve súper bien y súper cómodo, las cosas como son!.
Al día siguiente no dejó de llover. Totalmente chirriao, como dicen en navarra, llegué a Virgen de las Nieves en Irati. El guarda me dijo que había un refugio libre a un km. Se me abrió el cielo. Pude pasar la noche seco, en compañía de Iván, un chico que venía desde Pamplona andando y se dirigía a la Mesa de los 3 Reyes. Iba en busca de experiencias.
Amaneció peor aún, llovía mucho más. Los días se me iban echando encima, el día 22 tenía que trabajar, era 19 de septiembre y estaba en Irati. Ese día solo pude hacer 35 km, en Roncesvalles decidí quedarme en el albergue de peregrinos. Estaba calado hasta los huesos, y dudaba de si me iba a dar tiempo a llegar. Al día siguiente, como no podía ser de otra manera llegue a Hondarribia, día 20. Fueron casi 130 km, me di tal palizón que ni me acerqué al cabo Higer.
El viaje no había terminado, todavía me quedaba llegar hasta Vitoria. Primero me quedaba trabajar un día en Alsasua por lo que el día 21, por la Vía Verde del Plazaola junto a mi amigo Iñigo, llegamos a Alsasua por la tarde.
Ya el día 23 por la mañana seguí camino hasta casa. Estos 3 últimos días el tiempo se porto bien, por lo que pude llegar a casa sin más novedad.
Resumiendo, la transpirenaica en bici no es una ruta de las misma características del Camino Santiago, por ejemplo. Yo os recomiendo que miréis mucho el peso de vuestro equipaje y que no seáis ambiciosos en el número de etapas. Vais a disfrutar mucho más si lo hacéis en las 16 etapas que recomienda Jordi Laparra, eso sí, preparad la tarjeta de crédito.